En esta etapa de los años 80 la actividad artística es muy intensa. Me apasiono por técnicas y materiales desconocidos, experimentando y descubriendo nuevos soportes para mis obras. Inmerso en esta búsqueda realizo gran cantidad de bocetos y proyectos que llevaré a cabo sin apenas darme cuenta ni siendo consciente de todo el potencial creativo que comenzaría a surgir y dar sus frutos.
En mis creaciones persigo el interior humano con ansia de fijar aquello que se esconde y despojarlo de toda ficción. Para ello, no me conformo con pintar desnudos arrebolados, sino que acudo a los colores más brillantes, a los tonos más primarios dando más pureza a lo que quiero expresar. Formas curvas, figuras sin fondo porque veo en las formas que trazo su significado, su profundidad....y cada vez más el ansia de grandes dimensiones en recuerdo, quizá, de aquéllos espectadores mudos de la infancia....montes, bosques...o la insuficiencia del espacio.
Lo mismo me sucede con la escultura y la cerámica a la que añado pigmentos básicos para aportar más expresividad y poder experimentar, también en este medio, la sensación de lo sublime y grandioso.
En mis creaciones persigo el interior humano con ansia de fijar aquello que se esconde y despojarlo de toda ficción. Para ello, no me conformo con pintar desnudos arrebolados, sino que acudo a los colores más brillantes, a los tonos más primarios dando más pureza a lo que quiero expresar. Formas curvas, figuras sin fondo porque veo en las formas que trazo su significado, su profundidad....y cada vez más el ansia de grandes dimensiones en recuerdo, quizá, de aquéllos espectadores mudos de la infancia....montes, bosques...o la insuficiencia del espacio.
Lo mismo me sucede con la escultura y la cerámica a la que añado pigmentos básicos para aportar más expresividad y poder experimentar, también en este medio, la sensación de lo sublime y grandioso.
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